
Cielo huasteco de meteoroides
Fenómeno despertó la memoria colectiva
La reciente aparición de un meteoroide que iluminó el cielo huasteco el pasado 31 de mayo de 2025 ha despertado la memoria colectiva de muchos habitantes de la región. Y no es para menos: no es la primera vez que la Huasteca potosina presencia fenómenos celestes que desatan asombro y especulación.
Hace casi 18 años, en la noche del 19 de agosto de 2007, la región vivió una jornada inquietante cuando dos objetos desconocidos surcaron el cielo y, presuntamente, cayeron en distintos puntos de Ciudad Valles y Xilitla, dejando a su paso confusión, fuego y preguntas sin respuesta.
El primer hecho fue reportado cerca de las 11 de la noche por Rubén Velázquez, vecino de la colonia Cuauhtémoc, quien alertó al sistema de emergencias 066 sobre la caída de un objeto metálico, de unos 20 centímetros, en un cañaveral del Ejido San Miguel. La denuncia fue recibida por el C4 y agentes estatales acudieron a inspeccionar... pero jamás se reveló el resultado de la investigación.
Horas antes, Óscar González Mar, estudiante de preparatoria del Ejido El Sidral, había avistado un objeto brillante desplazándose por el cielo hacia el oriente, que desapareció entre los árboles. Años después, aún recuerda el misterio de aquella noche: "Fue como una estrella fugaz... pero más intensa, más cercana".
José Luis Coronado, conocido como "El Guichin", quien laboraba en un rancho cercano, aseguró que ver luces flotando en la sierra era algo común para los pobladores de la zona. "Luces blancas, como reflectores que se mueven entre los árboles, y ahí no hay ni casas ni caminos. Eso lo ha visto medio pueblo", relató en su momento.
Pero lo más impresionante ocurrió en Xilitla, donde una bola de fuego cayó sobre un árbol de cerón, provocando un incendio frente al taller de herrería "Montoya". La señora Saturnina Castillo, su esposo Juan y su vecino Joaquín Hernández —quien preparaba masa para zacahuil— fueron testigos directos.
"El cielo se iluminó y luego todo ardía. Olía a plástico quemado, y las cenizas volaron por todo el lugar", narró Saturnina. Lo más desconcertante fue que esa noche no había tormenta eléctrica ni rayos.
A pesar del llamado a Protección Civil Municipal, no se realizó ninguna investigación formal. El incidente quedó registrado únicamente en las crónicas periodísticas y en la memoria de los habitantes.
Hoy, al igual que entonces, una luz cruzó el cielo huasteco, provocando temor, especulación y cientos de publicaciones en redes sociales. Si bien la UNAM ya confirmó que el fenómeno del 31 de mayo de 2025 fue causado por un meteoroide, no deja de llamar la atención la frecuencia con la que estos eventos se presentan en esta región.
¿Coincidencia astronómica? ¿O la Huasteca es una ruta habitual para fragmentos espaciales o cosas aún más extrañas? Lo cierto es que el cielo vuelve a hablar... y lo hace con fuego y estruendo.