Diario Regional El Mañana De Valles
En riesgo la tortilla

En riesgo la tortilla


México, uno de los principales productores de alimentos a nivel mundial, enfrenta una paradoja alarmante al cierre del primer semestre de 2025: una creciente dependencia de las importaciones de dos pilares de la dieta nacional —maíz y carne— consumidos por más del 80 por ciento de la población.

De acuerdo con datos de la Agencia Nacional de Aduanas (ANAM) y el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), entre enero y junio de este año México importó 12.3 millones de toneladas de maíz, un récord histórico, con un alza de 1.8 por ciento respecto al mismo periodo de 2024. Aunque tradicionalmente la mayoría de estas compras eran de maíz amarillo, en esta ocasión destaca un incremento sin precedentes en maíz blanco, con 586 mil toneladas importadas, lo que representa un aumento del 253 por ciento.

El maíz blanco es utilizado exclusivamente para consumo humano, principalmente en la elaboración de masa y tortillas, alimento que, según estimaciones de la UNAM, forma parte de la dieta habitual de más del 90 por ciento de las familias mexicanas.

La causa principal de este repunte en importaciones es la severa sequía que ha azotado al país por más de dos años. En estados como Sinaloa, principal productor de maíz blanco, la producción cayó de seis millones a menos de dos millones de toneladas. Esta situación ha forzado a México a importar casi toda su demanda adicional de grano desde Estados Unidos, consolidando aún más su dependencia en el marco del T-MEC.

Pero el problema no se limita al sector agrícola. En el ámbito pecuario, el país enfrenta un déficit comercial sin precedente. En los primeros seis meses del año, México importó carne por un valor de 4 mil 228 millones de dólares, mientras que las exportaciones apenas alcanzaron los mil 489 millones, lo que dejó un saldo negativo de 2 mil 739 millones de dólares.

Factores como la prolongada sequía, la presencia del gusano barrenador en la frontera norte, y enfermedades como la diarrea porcina epidémica, han reducido drásticamente la producción ganadera nacional. Actualmente, el 52 por ciento de la carne de cerdo consumida es importada, con un aumento de 13.6 por ciento en volumen y 41 por ciento en valor. También crecieron las compras de carne de res y pollo.


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