"Amores perros" inspirada en la Huasteca
El renombrado escritor, guionista y director mexicano Guillermo Arriaga sorprendió a sus seguidores en la red social X al compartir un íntimo relato sobre el accidente automovilístico que vivió el 26 de diciembre de 1985 en la comunidad de Pueblo Nuevo, en la zona Huasteca. Este evento, según el cineasta, no solo lo marcó profundamente, sino que también se convirtió en la inspiración central de su célebre película Amores Perros y otras creaciones.
El accidente ocurrió a las 6:13 horas de ese día. Arriaga viajaba en el asiento trasero de un vehículo que acababa de adquirir, habiendo pagado apenas el enganche. Optó por no utilizar el cinturón de seguridad y, como resultado, fue el único que resultó herido en el percance. En su hilo detallado, el escritor recordó: "Se me destrozó la nariz y tuve heridas en pómulos y frente". Describió cómo, junto a un amigo, logró subir la cuesta hasta la carretera, donde pidieron ayuda a un tráiler. Sin embargo, el chofer del camión, asustado al ver que Arriaga vomitaba sangre, los obligó a descender.
Los caminantes siguieron hasta el poblado de Tamasopo, donde un estudiante de medicina que cumplía su servicio social les brindó asistencia. Aún con heridas, Arriaga tomó un autobús pollero hacia la Ciudad de México, donde sus padres lo esperaban para llevarlo de urgencia al hospital. "Doce horas le tomó al autobús llegar", agregó el guionista, subrayando la intensidad del momento.
Este accidente no solo influyó en Amores Perros, sino que también sirvió como inspiración para otros proyectos, como Veintiún Gramos y varios cortometrajes, entre ellos Texas, que forma parte de la antología Rio, eu te amo y Broken Night. Pero la primera historia que Arriaga escribió tras este suceso fue A Cielo Abierto, en 1994, una obra que ahora toma un significado especial con su estreno programado para el 17 de octubre de 2024 en salas de cine de Cinépolis.
Lo que hace aún más especial este nuevo filme es que está dirigido por sus hijos, Mariana y Santiago Arriaga, quienes han seguido los pasos de su padre en el mundo cinematográfico. A Cielo Abierto ya ha tenido una destacada participación en festivales internacionales de renombre, como el Festival de Cine de Venecia, el Festival de Cine de Busan y el Festival de La Habana, lo que augura un éxito considerable cuando llegue a las pantallas mexicanas.
Guillermo Arriaga expresó su orgullo por la película y la esperanza de que el público mexicano disfrute de esta historia que, aunque dirigida por sus hijos, lleva su sello personal. "Es una obra muy cercana a mi corazón", comentó el cineasta, destacando el viaje emocional y artístico que ha representado esta producción.
Con esta revelación sobre el accidente que lo inspiró, Arriaga ofrece una mirada única a su proceso creativo, mostrando cómo ha sabido convertir momentos personales de gran impacto en narrativas universales que tocan la complejidad de la vida humana. Así, continúa consolidando su legado como uno de los grandes narradores del cine contemporáneo.