Aguas negras de DAPA contaminan arroyos
Negligencia de Alfredo Zúñiga provoca grave fuga en Las Brisas
Un nuevo acto de negligencia por parte de Alfredo Zúñiga Herbert, titular de la Dirección de Agua Potable y Alcantarillado (DAPA), ha detonado una crisis ambiental en la colonia Las Brisas, donde una fuga de aguas negras contamina de forma directa un arroyo que desemboca en el río Valles.
En la calle Ramírez, justo debajo de un puente, es visible una tubería de desagüe conectada a un depósito que presenta una fuga constante de desechos. La pestilencia y el escurrimiento de aguas negras han encendido las alarmas entre los vecinos, quienes denuncian que, pese a la gravedad del caso, la DAPA se ha mantenido en total indiferencia.
Durante meses, la fuente de contaminación era incierta. Sin embargo, recientes observaciones vinculan directamente este sistema de descarga con la red de DAPA, lo que señala a la dependencia como posible responsable de este ecocidio a plena luz del día.
"La fuga es constante, el olor insoportable y nadie viene a revisar. Ahora sabemos que es de DAPA. ¿Así quieren que confiemos en ellos?", cuestionó un vecino afectado por el derrame.
El caso, más allá de ser un problema técnico, refleja una preocupante falta de responsabilidad institucional. Mientras la dependencia encargada de sanear y abastecer el agua del municipio agrava la contaminación del entorno, su titular, Alfredo Zúñiga Herbert, guarda silencio y evade toda rendición de cuentas.
La situación requiere la intervención urgente del Departamento de Ecología Municipal y de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), aunque hasta el momento no se tiene conocimiento de que hayan sido notificadas formalmente.
El foco de infección sigue activo. Las aguas negras corren hacia el río Valles, generando un daño ecológico inminente y elevando el riesgo sanitario para cientos de familias. La falta de acción por parte de DAPA, y la apatía de su director, reflejan no solo una administración fallida, sino un desprecio absoluto por el bienestar de la ciudadanía.
En un municipio donde la transparencia y el servicio deberían ser prioritarios, lo que queda al descubierto es una gestión contaminante, opaca y, sobre todo, negligente.
